Plantando Las Patatas

"Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a losque os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y oradpor los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijosde vuestro Padre que está en los cielos..." (Mateus 5:44,45).

Un oficial del Ejército de la Salvación cuenta de una vieja mujer Polinésia que ganó lo apellido de "Guerrera Brown" por ser una luchadora de primera cuando estaba enfurecida o bajo efecto de bebida. Ella se convirtió a Cristo y dio un bellotestimonio de su decisión en una reunión al aire libre cuando alguien le arrojó una patata que le batió en elrostro. Si eso hubiese acontecido poco tiempo antes, elcobarde agresor tendría que fugar rápidamente o se metería en grande dificultad. ¡Pero, qué cambio! "Guerrera" se bajó sin decir una única palabra, agarró la patata y la colocó en su bolsillo. Nadie más oyó hablar del incidente hasta que llegó la grande fiesta de la cosecha. "Guerrera" trajo un pequeño saco de patatas explicando que había cortado enpedazos y plantado la patata que le echaron en el rostro.Ahora ella quisiera presentar a Dios el resultado de sucosecha.¿Cual ha sido nuestro testimonio cuando sufrimos un denuestoo una injusticia?

¿Como reaccionamos con relación a nuestros agresores? ¿Que pruebas de conversión y transformación nuestros amigos perciben en nuestras actitudes?Cuando retribuimos a los ataques que sufrimos pagando "con la misma moneda", mostramos que continuamos siendo las mismas criaturas de la pasado y, en la práctica, confesamosque Cristo aún no es Señor de nuestras vidas.

Si somos hijos de Dios y se Cristo es nuestro Señor y Salvador, buscamos ser una bendición en Sus manos y actuarcomo El Actuaría en aquella situación. El amor debe predominar en nuestras acciones y nuestro testimonio debeser de tal manera verdadero que estimule a muchos a buscarla presencia del Señor para disfrutar el mismo regocijo y dicha. Si usted aún tiene voluntad de vengarse de aquello que lehicieron y que continúa heriendo a su alma, pida a Dios quele llene de amor y, en vez de echar de vuelve las patatas, las plante como motivo de alabanza y adoración al Señor.