lunes, 3 de septiembre de 2007

Cual espíritu te dirige

Lucas 9,51-55
51 Sucedió que como se iban cumpliendo los días de su asunción, él se afirmó en su voluntad de ir a Jerusalén,
52 y envió mensajeros delante de sí, que fueron y entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada;
53 pero no le recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén.
54 Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?»
55 Pero volviéndose, les reprendió;

Buenos días, hermano(a) que lees este mensaje que el todopoderoso ha querido poner en tú camino, ¿Cúal espíritu te dirige? Sería la pregunta para este texto, y es que en muchas ocasiones no nos mueve precisamente el Espíritu de Dios, en incontables veces nos dirige un espíritu de ira, de temor, de venganza, de envidia, de rencor, de resentimiento, de dolor, de inferioridad, de maldad, de prepotencia, en fin son tantos los espíritus que nos podrían mover en las diferentes situaciones que se nos presentan en la vida.

Y hoy a esta hora el Señor desea plantearte la pregunta, y anhela que seas sincero(a) con la respuesta que le des, sabes no debes sentirte mal si piensas que definitivamente no ha sido el Espíritu Santo de Dios quien ha dirigido tu vida, porque a todos nos ha pasado que dejamos que sea nuestro propio espíritu, nuestro propio deseo, nuestra propia voluntad quien nos dirija en la vida, pero hoy mi amigo(a) el Señor desea mostrarte como siguiendo las instrucciones de su Espíritu podremos salir victoriosos de cada una de las batallas espirituales y carnales que enfrentemos.

Y es que ninguno(a) de nosotros estamos excluidos de dejarnos llevar por un espíritu de ira, por un espíritu de destrucción como les sucedió a los apóstoles que al ver que en un pueblo no los recibieron, pensaron en enviarles fuego del cielo, pero sabes mi amado(a) ese fuego del cielo era un fuego destructor, era un fuego devastador, era un fuego que eliminaba, que mataba, que consumía, en ese momento se dejaron llevar los apóstoles por un espíritu de ira, de venganza, de resentimiento, de odio posiblemente; porque no les dejaron instalarse en ese pueblo, pero sabes mi amigo(a) el Señor Jesús les reprendió porque ellos no se estaban dando cuenta de cual espíritu era el que los estaba moviendo en ese instante; y de igual manera Jesús nos sigue reprendiendo cuando nos dejamos llevar por los espíritus del enemigo, pro los espíritus del mundo, pero esa reprensión es tan fraterna que muchas veces ni la notamos.

Pero en esta hora el Señor quiere enviar fuego del cielo para tu vida, pero no para destruirla sino para fortificarla, para transformarla, para renovarla, para cambiarla, para restaurarla, para hacerla nueva; el Señor anhela que ardas en el fuego de su Santo Espíritu y que no vayas a caer en el juego del enemigo de utilizar los diferentes espíritus para hacerte creer que tu por tus propios medios, que tu por tus propias fuerzas puedes hacer todo lo que pienses, mira amigo(a) el Señor esta dispuesto a darte todo su fuego Santo, el Señor quiere con todo su corazón que ardas en su Espíritu, que ese paráclito consolador que nos dejó cuando subió al cielo sea quien nos mueva, sea quien nos dirija, sea quien nos muestre el camino que debemos seguir para poder llegar a la presencia de nuestro Padre Celestial.

Hoy tu tienes la decisión en tus manos, porque has visto que no solo el Espíritu de Dios existe sino que existen muchos otros espíritus que nos alejan del camino del Señor que es perfecto, y es por eso que te vuelvo a lanzar la pregunta del inicio ¿Cúal Espíritu te dirige?, mi amigo(a) no te dejes influenciar por las corrientes del mundo que son solamente materiales y que a la postre solamente son un instrumento mas para alcanzar la verdadera felicidad que se encuentra en el reino de los cielos junto al Maestro de Galilea.

No permitas que baje fuego del cielo para destruir tu familia, no permitas que baje fuego del cielo para destruir tu relación matrimonial, para destruir tu trabajo, tus estudios, tu vida en general, no permitas que el enemigo te robe lo que es tuyo y que el Señor te ha obsequiado desde el momento en que decidió morir por salvarte, por darte vida eterna, por perdonar todos y cada uno de tus pecados, así que no dejes pasar por alto esta gran oportunidad que te brinda el Señor para descubrir que debe ser el Espíritu Santo que mora en ti quien debe dirigir tu vida; y no le des puerta abierta a los demás espíritus que asechan en busca de un lugar seco y confortable para vivir y actuar en contra de la voluntad de Dios, no seas uno(a) mas de los que al final de cuentas llorarán porque el Señor no los reconoce.

Date la oportunidad de ser verdaderamente feliz entregando tu vida al servicio del Señor de señores y Rey de reyes y dile a ese Jesús que se entregó por ti y por mi que deseas seguirle sin importar el precio, sin importar el costo y compromiso que eso implique, y espero de todo corazón que el fuego del Espíritu Santo baje del cielo y te haga arder en el amor, gracia, perdón y misericordia de Dios, para que así puedas discernir cual es el único camino para obtener la salvación y la vida eterna, que el Señor te llene de su Santo Espíritu en todo momento y te llene de su bendición permanentemente en el nombre de Jesús.

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