"No teman ni se amedrenten delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios". 2 Cr. 20.15
Nos damos cuenta que luchando en nuestras fuerzas para pelear nuestras propias batallas no da resultado, pues no hemos alcanzado los resultados buscdos. Hagamos lo que hagamos, si seguimos así, no la vamos a hacer.
Jose, en cambio, si renuevas tu mente mediante el espíritu de sabiduría para adquirir el conocimiento de la Palabra de Dios, te darás cuenta que Dios no pierde ninguna batalla y siempre tiene Él un plan que cuando lo seguimos, la victoria es nuestra.Jose, arrodíllate y da gracias a Dios sabiendo que tendrás éxito, pues le das el primer lugar en todo y eres consciente de que la batalla es de Dios. Empieza a cantar tu triunfo, en Cristo, mediante alabanza y adoración. ¿Sabes?, esto satanás no lo soporta.
Qué te parece si oramos lo siguiente: Señor Jesús, es tu batalla, no la mía. Tú eres mi Señor y Salvador. Tú ocupas el primer lugar en todo lo que soy, pienso y actúo, pues en ti me muevo, vivo y soy. Alabo y adoro tu Nombre, oh precioso Jesús. Las batallas las ganas tú. ¡Aleluya! En el Nombre de Jesús. Amén, Amén y Amén.

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