jueves, 26 de julio de 2007

Jesús es la paz que necesitamos

Efesios 2,17-22
2,17 Vino a anunciar la paz: paz a vosotros que estabais lejos, y paz a los que estaban cerca.
2,18 Pues por él, unos y otros tenemos libre acceso al Padre en un mismo Espíritu.
2,19 Así pues, ya no sois extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios,
2,20 edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo,
2,21 en quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el Señor,
2,22 en quien también vosotros estáis siendo juntamente edificados, hasta ser morada de Dios en el Espíritu.

Buenos días Jesús es la paz que necesitamos para poder soportar todas y cada una de las pruebas o dificultades que se nos presentan en el camino, Jesús es esa paz que necesitamos para poder sentir la presencia del todopoderoso, es por esa paz que solo Cristo el Señor puede producir en nuestro interior que podemos comprender su palabra, es que podemos comprender el porque se entregó por salvarnos, es que podemos entender el porque de su muerte, del porque de su pasión pero principalmente del porque de resurrección. Mira mi hermano(a) Jesús nos regala su paz para que podemos ser uno con el Padre Celestial, El nos ha anunciado su paz tanto a los que estábamos alejados como a los que estábamos mas cerca de la voluntad de Dios, no se ha guardado su paz solo para los que le han aceptado y reconocido como su Salvador, como su Redentor, como ese Señor de señores que es.

Y es que por El, por su pasión, muerte y resurrección es que hemos logrado libre acceso a Dios Padre, ha sido por esa muerte de Cristo que su Santo Espíritu ha venido a cada uno(a) de nosotros para ayudarnos a poder tener una buena comunicación con el dador de la vida, ahora no podemos considerarnos extraños o ajenos a Dios, porque Cristo nos ha dado el conocimiento por medio de su Espíritu para dejar de ser forasteros en la casa de Dios, y mas bien nos ha dado la condición de conciudadanos con todos los santos, con Jesús y por lo tanto somos considerados familiares directos de Dios Padre, ahora tenemos entrada libre al Santo Lugar.

Es por eso que debemos fundamentarnos siempre en la palabra de Dios descrita por los profetas, debemos fundamentarnos en las enseñanzas de Cristo, en sus obras de misericordia, de bondad, de amor, de paz, de entrega, de sacrificio, de desprendimiento, porque solamente así podremos construir de forma eficaz nuestro templo, para que more definitivamente Dios en nuestro corazón, debemos tener siempre como prioridad en nuestra vida a Cristo que es la piedra angular que desecharon muchos en la época en que Jesucristo se volvió hombre y descendió de los cielos, pero que actualmente seguimos desechando muchos de nosotros. En esta mañana en el nombre de Jesús te digo que no permitas que nada ni nadie le quite el lugar a esa piedra angular desechada por muchos, porque esa es la base para que el templo que estas construyendo no se caiga, porque esa es la base para que la construcción que realiza el Espíritu de Dios no sea derribada por el enemigo, no dejes que nada se interponga en la relación entre tu y Dios.

Tu estas construyendo junto a Cristo esa morada celestial en la cual habitarás luego de la segunda venida y final de Jesucristo, luego del juicio final, así que constrúyela sobre una base bien firme, edifícala bien fuerte para que pueda soportar las tempestades que se vayan a presentar en el camino hacia la casa de papá en el reino de los cielos.

Que el Espíritu de Dios que esta sobre ti te ayude a poder construir ese templo de Dios firme y fuerte para que resista hasta el final.

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