viernes, 19 de octubre de 2007

Como las Aguilas


1 comentario:

Shekinah dijo...

Gracias por Ser Hijos de Dios.

Jn.
1:12-13
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en
Su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de
Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni
devoluntaddecarne,nidevoluntaddevarón,sinode
Dios.
1 Jn.
5:1
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido
de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama
también al que ha sido engendrado por Él.
Ahora llegamos a lo que yo llamo el misterio del nacimiento
divino. Todos aquellos que han sido redimidos han experimentado
dos nacimientos: el primero es humano o natural, y el
segundo es divino. El último versículo de [1 Juan 2] dice:“… Todo
el que también practica la justicia es nacido de Él”. Aquí se introduce
el asunto del nacimiento divino. Luego, en el capítulo 3, el
primer versículo dice así: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,
para que seamos llamados hijos de Dios”. A partir de este versículo
hasta el final del capítulo 5, el pensamiento del nacimiento
divino se menciona repetidas veces,y la frase nacido de Dios aparece
también varias veces (3:9; 4:7; 5:1, 4a, 18).

¡Ciertamente es unmisterio afirmar que hemos nacido de Dios!
Comúnmente ya se admite que fuimos creados por Dios; pero decir
queDios es nuestroPadre y que,por ende,poseemosSuvida y naturaleza,
es una tremenda afirmación. ¿Realmente creemos que
hemos nacido deDios? ¿EsDios verdaderamente nuestro Padre, no
en el sentido de ser nuestro padre adoptivo ni nuestro padre en un
sentido legal,sinoAquel que nos ha dadoSuvida? Sí,efectivamente
estos versículos declaran claramente que hemos nacido de Dios.
(The Seven Mysteries in the First Epistle of John, pág. 52)
En1 Pedro 1:3 leemos: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, que según Su grande misericordia nos ha regenerado
para una esperanza viva, mediante la resurrección de
Jesucristo de entre los muertos”. La regeneración, al igual que
la redención y la justificación, es un aspecto de la salvación.
completa queDios efectúa.La redención y la justificación resuelven
el problema que tenemos con Dios y nos reconcilian con Él.
La regeneración nos vivifica con la vida de Dios y nos introduce
en una relación de vida, en una unión orgánica, con Dios. Por consiguiente,
la regeneración produce y da por resultado una esperanza
viva. Dicha regeneración sucede mediante la resurrección
de Cristo de entre losmuertos.Cuando Cristo fue resucitado,nosotros,
Sus creyentes, estábamos todos incluidos en Él. Por consiguiente,
fuimos resucitados juntamente con Él (Ef. 2:6). En
Su resurrección la vida divina nos fue impartida y fuimos hechos
iguales a Cristo en vida y en naturaleza. Éste es el factor básico de
nuestra regeneración. Ser regenerados significa que, además
de nuestra vida humana,recibimos otra vida, la vida divina de Dios.
Mediante la regeneración Dios imparte Su vida divina en nosotros.
Todos nosotros nacimos de Su vida divina. Esto es lo que significa
ser regenerados por Dios. (The Conclusion of the New
Testament, pág. 201)
La regeneración no es ninguna clase de superación personal o
refinamiento exterior, ni tampoco un mero cambio o conversión que
carece de vida.La regeneración esun nuevo nacimiento que trae una
nueva vida. Es un asunto que depende absolutamente de la vida, no
de hacer algo…Recibimos la vida humana de nuestros padres, pero
ahora necesitamos recibir la vida divina de Dios. Así que, la regeneración
significa tener la vida divina de Dios, aparte de la vida
humana que tenemos originalmente. Por lo tanto, la regeneración
requiere otro nacimiento,para poder tener otra vida. Ser regenerado
o nacer de nuevo no significa corregir nuestra vida humana. Más
bien, significa recibir la vida de Dios, así como nacer de nuestros
padres significa recibir la vida de ellos. Ser regenerado es nacer de
Dios (Jn. 1:13), y nacer de Dios es recibir la vida de Dios, esto es, la
vida eterna (3:15-16).Si tenemos la vida de Dios, somos hijos deDios,
y esta vida nos da el derecho de llegar a ser hijos de Dios (1:12), porque
por esta vida tenemos la naturaleza divina de Dios (2 P. 1:4) y
también la relación de vida con Dios, o sea, la filiación (Ro. 8:15; Gá.
4:5-6; [algunas versiones usan] la palabra adopción que en el griego
significa “filiación”).
Amen

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