“Dios es nuestro refugio y fortaleza, socorro siempre a mano en momentos de angustia. Por eso si hay temblor, no temeremos; o si al fondo del mar caen los montes; aunque sus aguas rujan y se encrespen y los montes a su ímpetu retiemblen”(Sal. 46: 1-4) En la vida hay tantas circunstancias que quieren robarnos la paz que Dios ha depositado en nuestro corazones. No podemos evitar que estas cosas vengan a nuestra vida, pero si podemos evitar que estorben nuestro caminar. Una de las cosas que Dios me ha permitido tener durante mi vida en el Señor es: La fe y la certeza de que El es mi pronto auxilio en momentos de angustia. Muchas cosas han pasado en mi vida, pero en medio de todo eso siempre he tenido presente de que Dios es quien me protege y que si confió en El, jamás me defraudara. Por esa razón con convicción y por experiencia propia puedo decirte que no tienes de que temer. Posiblemente estas atravesando tribulaciones terribles, a lo mejor tu ánimo ha menguado y tu comunión con el Señor se ha venido abajo. Quizá no hallas que hacer y tienes temor de lo que puede ser de ti o de tu familia en los próximos días, pero en esta hora quiero decir que no temas, que no desmayes, que no te des por vencido, que hay un Dios que puede sacarte de cualquier situación en la que puedas estar metido. El salmista lo reconocía en estos versículos, el decía: “Dios es nuestro refugio y fortaleza, socorro siempre a mano en momentos de angustia”. Al igual que en el antiguo tiempo, también hoy en día Dios es nuestro amparo, nuestra fortaleza, nuestro pronto auxilio, por tanto, no temas. Amigo mío, es momento de reflexionar en lo siguiente: ¿Por qué temo si Dios está conmigo?, ¿Por qué desmayo si Dios es mi fortaleza?, la teoría ahora ya la sabes, pero para que la Palabra de Dios se haga viva se necesita aplicar la fe en ella. Por esa razón te invito a que te levantes, que dejes aun lado el temor que te ha invadido y comiences a creer en el poder de Dios, pues Él es tu pronto auxilio en momentos de angustia. No permitas que el enemigo robe la paz que Dios quiere depositar en tu vida, no permitas que el temor te robe la confianza de que Dios es tu fortaleza. Comienza a practicar la palabra del Señor y comienza a confiar plenamente en El, pues El jamás te defraudará. |
Tomado de Yo Soy Catolico
No podrían salvarse quienes, sabiendo que la Iglesia Católica fue instituida por Jesucristo como necesaria, desdeñaran entrar a ella o no quisieran permanecer en ella
En estos últimos años hemos presenciado un gran crecimiento de las sectas en toda América Latina. ¿Responde esto a un crecimiento normal de las religiones? Creemos que no.
Creemos que en gran parte ello obedece a un plan fríamente elaborado para destruir o debilitar la Iglesia Católica y su influencia en cada región. Algunas de estas sectas son financiadas por los grandes grupos económicos de EE. UU., verdaderas transnacionales proselitistas que invierten millones en propaganda, vendiendo o distribuyendo revistas, libros y folletos. Pasan de casa en casa, convidan a personas poco iniciadas en la Biblia y bajo pretexto de orar con ellos les arrebatan su mayor tesoro que es la fe católica.
Por eso no podemos permanecer pasivos ante esta realidad y vamos a dar aquí un vistazo a algunas de las principales sectas o religiones que vemos a nuestro alrededor, no con el afán de polemizar, sino con el único objetivo de dar una orientación a quienes la necesitan. Por lo demás, todo el mundo tiene derecho a saber quién es quién.
Digamos primero que Jesús quiere una sola Iglesia. Esto es precisamente lo que El le pidió al Padre en su oración sacerdotal: «Que todos sean uno como tú, Padre, estás en mí y yo en ti» (Jn. 17, 21). Y si Cristo quiso la unidad de todos sus seguidores ¿qué podemos pensar de los que siembran la división? ¿Qué podemos pensar de aquellos que, con el correr de los siglos, han querido enmendar la página al Señor creando nuevas religiones? ¿No será que con esta actitud entorpecen el plan de Dios y en lugar de construir la unidad colaboran a la división? Conozcamos algunas de estas denominaciones.
Los Testigos de Jehová
Nacieron en Estados Unidos hace poco más de cien años. Su fundador es Carlos Taze Russell, hijo de presbiterianos. Niegan la Santísima Trinidad y dicen que Cristo, antes de ser hombre, era el arcángel San Miguel.
Alteran los textos bíblicos a su capricho. Dicen que Jesús no murió en una cruz sino en un palo y que resucitó sólo como criatura espiritual. Para ellos todas las religiones, fuera de la suya, son satánicas, y sostienen que Dios castigará a todos los que no han querido entrar en su secta. Prohíben la transfusión de sangre y consideran que la Iglesia Católica está corrompida y que es la Babilona moderna.
Lo que llama la atención es que, a pesar de este cúmulo de errores, muchos católicos se dejan fascinar por su «supuesto» amor a la Biblia y los siguen. Esto sólo se explica por la gran ignorancia religiosa en que viven muchas personas. Y lo peor es que los católicos que se cambian, después despotrican contra la Iglesia Católica, renegando de ella, y a veces dicen: «Yo cuando era católico tomaba y le pegaba a mi señora... Pero desde que soy Testigo de Jehová llevo una vida ordenada».
En realidad nunca conocieron ni vivieron a fondo su fe católica. Nosotros les decimos que no es necesario cambiarse de religión para dejar el trago o para no pegarle a la mujer. Basta ser consecuente con su fe católica y punto. Decimos que Jesús fundó una sola Iglesia sobre el Apóstol Pedro y no autorizó a nadie para que fundara otras iglesias. Jesús dijo a Pedro: «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia».
Los Mormones
Su fundador es José Smith, nacido en Vermont, EE. UU. A la edad de 15 años recibió unas revelaciones que le anunciaron que todas las iglesias cristianas estaban corrompidas y que él debía organizar la verdadera Iglesia de Cristo. Su secreto está en un libro que, según él, en 1823 le entregó el ángel Moroni. Se trataría de un libro escrito en planchas de oro en el que hay una relación de los antiguos habitantes del continente americano que habrían llegado a EE. UU después de la destrucción de la torre de Babel. En este libro estaría la plenitud del Evangelio comunicado a ellos por el mismo Cristo, que también viajó a Estados Unidos después de su Resurrección. En 1830 esta iglesia recibió el nombre de «Iglesia de los Santos de los Últimos Días».
Para ellos, Cristo fue engendrado carnalmente de Dios Padre. La Biblia y el libro de Mormón son su única norma de fe, pero sólo aceptan «su» Biblia, porque las demás, según ellos, estarían mal traducidas. Además la Biblia tiene que complementarse con el libro de Mormón. Tienen sólo dos sacramentos: el bautismo por inmersión y la santa cena con pan y agua. Bautizan a los muertos y en su trabajo misionero siempre van de a dos.
El hombre latinoamericano, que es educado y acogedor, fácilmente los hace entrar en su casa pero después no se los puede sacar de encima. Insisten de una y otra manera en que uno deje su fe católica y pase a ser mormón. Y no pocas veces tratan de convencer a la gente dándoles regalos, dólares y promesas y, por supuesto, algunos quedan enredados en sus redes.
¿Por qué han progresado tanto los mormones en estos últimos años? Hay una razón política que es bueno que todos conozcan.
Hace unos treinta años Rockefeller, después de recorrer casi todos los países de América Latina, informó al Congreso de EE. UU. que había que contrarrestar la labor de la Iglesia Católica, la que, al despertar en los pueblos la conciencia de su dignidad, se constituía en la principal fuerza opositora a los intereses de Estados Unidos en América Latina y, en consecuencia, había que anularla o dividirla hasta donde fuera posible. Entonces, el Congreso programó un sucesivo y creciente envío de misioneros mormones para debilitar la unidad de la Iglesia Católica y destinó millones de dólares para que se construyeran templos mormones en toda América Latina. También en sus visitas domiciliarias los mormones ofrecen dólares y viajes a EE. UU. para que la gente se cambie a su religión y algunos, ante la tentación del lucro o porque pasan necesidad, sucumben y se hacen mormones.
Los mormones son una religión sin base teológica seria, y su «historia» más bien parece un cuento de ciencia ficción, porque ¿en qué pruebas científicas basan su planteamiento?
Sin embargo, tienen algunas cosas muy positivas: son buenos organizadores y tienen muchos colegios, cooperativas y granjas. Es una lástima que su base religiosa sea tan pobre y que deformen tanto la Biblia.
Tanto los católicos como la mayoría de las iglesias cristianas protestantes los rechazan como no cristianos, porque niegan la divinidad de Jesucristo. Por lo tanto, no podrían llamarse sectas, sino que son una «religión» sin referencia a Jesús ya que no creen en su divinidad. Muchos católicos llaman a los Mormones la religión del dólar, porque con el dólar hacen cualquier cantidad de ofertas para ganar adeptos.
Los Pentecostales
Son los que más han crecido en estos últimos años en toda América Latina. Más del 63 por ciento de todos los protestantes de América Latina son pentecostales. Hay muchas razones por las que nuestro pueblo se siente a gusto con ellos: la alegría, los cantos, la curación y la fraternidad.
Se caracterizan porque son cerrados, por su fanático proselitismo y sus ataques contra la Iglesia Católica.
Los movimientos pentecostales hoy son numerosos y abarcan más de 30 millones de adherentes en América Latina. Al principio rechazaron toda organización, pero pronto la necesidad los obligó a agruparse. De ello nacieron las Asambleas de Dios que también están extendidas por toda América Latina.
El nombre «Pentecostal» ya indica la gran importancia que estos grupos dan al acontecimiento siempre actual de Pentecostés, el que se actualiza en el Bautismo llamado del Espíritu Santo.
El movimiento pentecostal nace como una respuesta a un anhelo de renovación espiritual que estaba latente, tanto en la mente de los pastores como de los fieles de algunas iglesias tradicionales. La Iglesia tenía que renovarse de nuevo con el fuego de Pentecostés. Fieles y pastores invocan repetidamente al Espíritu Santo, piden a Cristo que envíe de nuevo al Espíritu, y comienzan a sentirse renovados, llenos de entusiasmo, de calor, hablan en lenguas y efectúan curaciones.
Los Pentecostales tienen en común con nosotros los Católicos que creen en el misterio de la Santísima Trinidad y también creen en la divinidad de Cristo el único Salvador. Pero no aceptan la Tradición. Es decir, para ellos la Biblia es la única fuente de revelación dejada por Dios al mundo. Su bautismo es por inmersión y el lavado de su cuerpo en el agua pura es un símbolo externo de purificación.
El Ejército de Salvación
Esta secta tiene una serie de elementos que lo asemejan a un ejército mundano: uniforme militar, grados militares, una fuerte disciplina y son realmente un ejército de paz en favor de los marginados. Mantienen muchas obras sociales. Su divisa es «sangre y fuego». Sangre de Cristo y fuego del Espíritu. Nacieron en 1865, en Inglaterra, y su fundador es Guillermo Booth. Tienen multitud de obras sociales: maternidades, asilos, dispensarios, centros de drogadictos, centros de rehabilitación de alcohólicos etc. Se les reprocha el no atacar la pobreza de raíz y de no atacar las causas que la originan.
Su objetivo es extender el protestantismo y se inspiran en la doctrina protestante: Predican la justificación por la sola fe, la sumisión a la Palabra del Señor, y su conversión personal se demuestra con el testimonio misionero. Se reúnen en las calles con sus bandas «militares» y así atraen a la gente y ofrecen servicios religiosos de predicación de la Palabra y cantos.
Otras sectas o denominaciones
Hay en nuestro país otras denominaciones cristianas que no son examinadas aqui.
En todas las religiones hay elementos positivos y negativos, hay gracia y santidad, pero tiene que quedar muy claro que la plenitud de la gracia y de los medios de santificación dejados por Cristo a su Iglesia se hallan únicamente en la Iglesia Católica fundada por Jesús.
Dice el Concilio que cometería un grave error quien, consciente de ello, la desconociera, es decir, se cambiara de religión. El Concilio reafirma que la Iglesia fundada por Jesús se reconoce hoy solamente en la Iglesia Católica. Todas las sectas, sin excepción, rechazan la sumisión al Papa. Sólo la Iglesia Católica acepta su autoridad y este es su sello característico.
Es también muy revelador observar que todas las religiones cristianas son relativamente nuevas, es decir, de estos últimos 500 años.
Ahora bien, la verdadera Iglesia tiene que conectar con Cristo que vivió hace 2.000 años. ¿Dónde estaban estas religiones en los 1500 años de vida de la Iglesia católica? ¿Dónde estaban ellos cuando Jesús nació en Belén? ¿Dónde estaban cuando Jesús murió y resucitó? ¿Dónde estaban cuando la Iglesia Católica sufría las terribles persecuciones de los primeros siglos? ¿Se habrán condenado todos los que nacieron antes que se fundara su religión?
Para nosotros queda muy claro, que la Iglesia Católica -y sólo la Iglesia Católica- es la única Iglesia fundada por Cristo. La única que proviene del mismo Cristo, la única que ha mantenido la sucesión apostólica sin interrupción y la única que por medio de los Apóstoles entronca con Cristo.
El Concilio Vaticano
¿Y qué dice el Concilio Vaticano sobre la necesidad de la Iglesia Católica para salvarse? He aquí un texto que deberíamos meditar con frecuencia:
«El Concilio Vaticano, fundado en la Escritura y en la Tradición, enseña que esta Iglesia peregrina es necesaria para la salvación». «Por lo cual no podrían salvarse quienes, sabiendo que la Iglesia Católica fue instituida por Jesucristo como necesaria, desdeñaran entrar a ella o no quisieran permanecer en ella».
El católico debe evitar polemizar y discutir con otras religiones ya que con ello no se adelanta nada. Las sectas esgrimen infinidad de argumentos y no escuchan a nadie. Hablan con altanería y tratan de llevar a toda costa el agua a su molino. Hablan y no escuchan a nadie. Lo que el católico debe hacer cuando llamen a la puerta de su casa es atenderlos con educación pero con firmeza. Díganles que no se interesan por sus ofrecimientos y punto. Y si no se van, cierren delicadamente la puerta de su casa, sigan con sus tareas y recen por tantos propagandistas baratos de la religión. Nada se adelanta con discutir con ellos. Ellos dicen textos y más textos y no escuchan a nadie. Y recuerden siempre que si piden orar con ustedes o comentar la Biblia, tienen otro interés que el de arrebatarles su Fe Católica. Con un evangélico respetuoso y educado se puede orar y dialogar, pero en este caso, es necesario haber estudiado bien la Fe Católica, conocer la Biblia y pedir ayuda de Dios. Este libro les ayudará a saber dar razón de su Fe.
No podrían salvarse quienes, sabiendo que la Iglesia Católica fue instituida por Jesucristo como necesaria, desdeñaran entrar a ella o no quisieran permanecer en ella
En estos últimos años hemos presenciado un gran crecimiento de las sectas en toda América Latina. ¿Responde esto a un crecimiento normal de las religiones? Creemos que no.
Creemos que en gran parte ello obedece a un plan fríamente elaborado para destruir o debilitar la Iglesia Católica y su influencia en cada región. Algunas de estas sectas son financiadas por los grandes grupos económicos de EE. UU., verdaderas transnacionales proselitistas que invierten millones en propaganda, vendiendo o distribuyendo revistas, libros y folletos. Pasan de casa en casa, convidan a personas poco iniciadas en la Biblia y bajo pretexto de orar con ellos les arrebatan su mayor tesoro que es la fe católica.
Por eso no podemos permanecer pasivos ante esta realidad y vamos a dar aquí un vistazo a algunas de las principales sectas o religiones que vemos a nuestro alrededor, no con el afán de polemizar, sino con el único objetivo de dar una orientación a quienes la necesitan. Por lo demás, todo el mundo tiene derecho a saber quién es quién.
Digamos primero que Jesús quiere una sola Iglesia. Esto es precisamente lo que El le pidió al Padre en su oración sacerdotal: «Que todos sean uno como tú, Padre, estás en mí y yo en ti» (Jn. 17, 21). Y si Cristo quiso la unidad de todos sus seguidores ¿qué podemos pensar de los que siembran la división? ¿Qué podemos pensar de aquellos que, con el correr de los siglos, han querido enmendar la página al Señor creando nuevas religiones? ¿No será que con esta actitud entorpecen el plan de Dios y en lugar de construir la unidad colaboran a la división? Conozcamos algunas de estas denominaciones.
Los Testigos de Jehová
Nacieron en Estados Unidos hace poco más de cien años. Su fundador es Carlos Taze Russell, hijo de presbiterianos. Niegan la Santísima Trinidad y dicen que Cristo, antes de ser hombre, era el arcángel San Miguel.
Alteran los textos bíblicos a su capricho. Dicen que Jesús no murió en una cruz sino en un palo y que resucitó sólo como criatura espiritual. Para ellos todas las religiones, fuera de la suya, son satánicas, y sostienen que Dios castigará a todos los que no han querido entrar en su secta. Prohíben la transfusión de sangre y consideran que la Iglesia Católica está corrompida y que es la Babilona moderna.
Lo que llama la atención es que, a pesar de este cúmulo de errores, muchos católicos se dejan fascinar por su «supuesto» amor a la Biblia y los siguen. Esto sólo se explica por la gran ignorancia religiosa en que viven muchas personas. Y lo peor es que los católicos que se cambian, después despotrican contra la Iglesia Católica, renegando de ella, y a veces dicen: «Yo cuando era católico tomaba y le pegaba a mi señora... Pero desde que soy Testigo de Jehová llevo una vida ordenada».
En realidad nunca conocieron ni vivieron a fondo su fe católica. Nosotros les decimos que no es necesario cambiarse de religión para dejar el trago o para no pegarle a la mujer. Basta ser consecuente con su fe católica y punto. Decimos que Jesús fundó una sola Iglesia sobre el Apóstol Pedro y no autorizó a nadie para que fundara otras iglesias. Jesús dijo a Pedro: «Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia».
Los Mormones
Su fundador es José Smith, nacido en Vermont, EE. UU. A la edad de 15 años recibió unas revelaciones que le anunciaron que todas las iglesias cristianas estaban corrompidas y que él debía organizar la verdadera Iglesia de Cristo. Su secreto está en un libro que, según él, en 1823 le entregó el ángel Moroni. Se trataría de un libro escrito en planchas de oro en el que hay una relación de los antiguos habitantes del continente americano que habrían llegado a EE. UU después de la destrucción de la torre de Babel. En este libro estaría la plenitud del Evangelio comunicado a ellos por el mismo Cristo, que también viajó a Estados Unidos después de su Resurrección. En 1830 esta iglesia recibió el nombre de «Iglesia de los Santos de los Últimos Días».
Para ellos, Cristo fue engendrado carnalmente de Dios Padre. La Biblia y el libro de Mormón son su única norma de fe, pero sólo aceptan «su» Biblia, porque las demás, según ellos, estarían mal traducidas. Además la Biblia tiene que complementarse con el libro de Mormón. Tienen sólo dos sacramentos: el bautismo por inmersión y la santa cena con pan y agua. Bautizan a los muertos y en su trabajo misionero siempre van de a dos.
El hombre latinoamericano, que es educado y acogedor, fácilmente los hace entrar en su casa pero después no se los puede sacar de encima. Insisten de una y otra manera en que uno deje su fe católica y pase a ser mormón. Y no pocas veces tratan de convencer a la gente dándoles regalos, dólares y promesas y, por supuesto, algunos quedan enredados en sus redes.
¿Por qué han progresado tanto los mormones en estos últimos años? Hay una razón política que es bueno que todos conozcan.
Hace unos treinta años Rockefeller, después de recorrer casi todos los países de América Latina, informó al Congreso de EE. UU. que había que contrarrestar la labor de la Iglesia Católica, la que, al despertar en los pueblos la conciencia de su dignidad, se constituía en la principal fuerza opositora a los intereses de Estados Unidos en América Latina y, en consecuencia, había que anularla o dividirla hasta donde fuera posible. Entonces, el Congreso programó un sucesivo y creciente envío de misioneros mormones para debilitar la unidad de la Iglesia Católica y destinó millones de dólares para que se construyeran templos mormones en toda América Latina. También en sus visitas domiciliarias los mormones ofrecen dólares y viajes a EE. UU. para que la gente se cambie a su religión y algunos, ante la tentación del lucro o porque pasan necesidad, sucumben y se hacen mormones.
Los mormones son una religión sin base teológica seria, y su «historia» más bien parece un cuento de ciencia ficción, porque ¿en qué pruebas científicas basan su planteamiento?
Sin embargo, tienen algunas cosas muy positivas: son buenos organizadores y tienen muchos colegios, cooperativas y granjas. Es una lástima que su base religiosa sea tan pobre y que deformen tanto la Biblia.
Tanto los católicos como la mayoría de las iglesias cristianas protestantes los rechazan como no cristianos, porque niegan la divinidad de Jesucristo. Por lo tanto, no podrían llamarse sectas, sino que son una «religión» sin referencia a Jesús ya que no creen en su divinidad. Muchos católicos llaman a los Mormones la religión del dólar, porque con el dólar hacen cualquier cantidad de ofertas para ganar adeptos.
Los Pentecostales
Son los que más han crecido en estos últimos años en toda América Latina. Más del 63 por ciento de todos los protestantes de América Latina son pentecostales. Hay muchas razones por las que nuestro pueblo se siente a gusto con ellos: la alegría, los cantos, la curación y la fraternidad.
Se caracterizan porque son cerrados, por su fanático proselitismo y sus ataques contra la Iglesia Católica.
Los movimientos pentecostales hoy son numerosos y abarcan más de 30 millones de adherentes en América Latina. Al principio rechazaron toda organización, pero pronto la necesidad los obligó a agruparse. De ello nacieron las Asambleas de Dios que también están extendidas por toda América Latina.
El nombre «Pentecostal» ya indica la gran importancia que estos grupos dan al acontecimiento siempre actual de Pentecostés, el que se actualiza en el Bautismo llamado del Espíritu Santo.
El movimiento pentecostal nace como una respuesta a un anhelo de renovación espiritual que estaba latente, tanto en la mente de los pastores como de los fieles de algunas iglesias tradicionales. La Iglesia tenía que renovarse de nuevo con el fuego de Pentecostés. Fieles y pastores invocan repetidamente al Espíritu Santo, piden a Cristo que envíe de nuevo al Espíritu, y comienzan a sentirse renovados, llenos de entusiasmo, de calor, hablan en lenguas y efectúan curaciones.
Los Pentecostales tienen en común con nosotros los Católicos que creen en el misterio de la Santísima Trinidad y también creen en la divinidad de Cristo el único Salvador. Pero no aceptan la Tradición. Es decir, para ellos la Biblia es la única fuente de revelación dejada por Dios al mundo. Su bautismo es por inmersión y el lavado de su cuerpo en el agua pura es un símbolo externo de purificación.
El Ejército de Salvación
Esta secta tiene una serie de elementos que lo asemejan a un ejército mundano: uniforme militar, grados militares, una fuerte disciplina y son realmente un ejército de paz en favor de los marginados. Mantienen muchas obras sociales. Su divisa es «sangre y fuego». Sangre de Cristo y fuego del Espíritu. Nacieron en 1865, en Inglaterra, y su fundador es Guillermo Booth. Tienen multitud de obras sociales: maternidades, asilos, dispensarios, centros de drogadictos, centros de rehabilitación de alcohólicos etc. Se les reprocha el no atacar la pobreza de raíz y de no atacar las causas que la originan.
Su objetivo es extender el protestantismo y se inspiran en la doctrina protestante: Predican la justificación por la sola fe, la sumisión a la Palabra del Señor, y su conversión personal se demuestra con el testimonio misionero. Se reúnen en las calles con sus bandas «militares» y así atraen a la gente y ofrecen servicios religiosos de predicación de la Palabra y cantos.
Otras sectas o denominaciones
Hay en nuestro país otras denominaciones cristianas que no son examinadas aqui.
En todas las religiones hay elementos positivos y negativos, hay gracia y santidad, pero tiene que quedar muy claro que la plenitud de la gracia y de los medios de santificación dejados por Cristo a su Iglesia se hallan únicamente en la Iglesia Católica fundada por Jesús.
Dice el Concilio que cometería un grave error quien, consciente de ello, la desconociera, es decir, se cambiara de religión. El Concilio reafirma que la Iglesia fundada por Jesús se reconoce hoy solamente en la Iglesia Católica. Todas las sectas, sin excepción, rechazan la sumisión al Papa. Sólo la Iglesia Católica acepta su autoridad y este es su sello característico.
Es también muy revelador observar que todas las religiones cristianas son relativamente nuevas, es decir, de estos últimos 500 años.
Ahora bien, la verdadera Iglesia tiene que conectar con Cristo que vivió hace 2.000 años. ¿Dónde estaban estas religiones en los 1500 años de vida de la Iglesia católica? ¿Dónde estaban ellos cuando Jesús nació en Belén? ¿Dónde estaban cuando Jesús murió y resucitó? ¿Dónde estaban cuando la Iglesia Católica sufría las terribles persecuciones de los primeros siglos? ¿Se habrán condenado todos los que nacieron antes que se fundara su religión?
Para nosotros queda muy claro, que la Iglesia Católica -y sólo la Iglesia Católica- es la única Iglesia fundada por Cristo. La única que proviene del mismo Cristo, la única que ha mantenido la sucesión apostólica sin interrupción y la única que por medio de los Apóstoles entronca con Cristo.
El Concilio Vaticano
¿Y qué dice el Concilio Vaticano sobre la necesidad de la Iglesia Católica para salvarse? He aquí un texto que deberíamos meditar con frecuencia:
«El Concilio Vaticano, fundado en la Escritura y en la Tradición, enseña que esta Iglesia peregrina es necesaria para la salvación». «Por lo cual no podrían salvarse quienes, sabiendo que la Iglesia Católica fue instituida por Jesucristo como necesaria, desdeñaran entrar a ella o no quisieran permanecer en ella».
El católico debe evitar polemizar y discutir con otras religiones ya que con ello no se adelanta nada. Las sectas esgrimen infinidad de argumentos y no escuchan a nadie. Hablan con altanería y tratan de llevar a toda costa el agua a su molino. Hablan y no escuchan a nadie. Lo que el católico debe hacer cuando llamen a la puerta de su casa es atenderlos con educación pero con firmeza. Díganles que no se interesan por sus ofrecimientos y punto. Y si no se van, cierren delicadamente la puerta de su casa, sigan con sus tareas y recen por tantos propagandistas baratos de la religión. Nada se adelanta con discutir con ellos. Ellos dicen textos y más textos y no escuchan a nadie. Y recuerden siempre que si piden orar con ustedes o comentar la Biblia, tienen otro interés que el de arrebatarles su Fe Católica. Con un evangélico respetuoso y educado se puede orar y dialogar, pero en este caso, es necesario haber estudiado bien la Fe Católica, conocer la Biblia y pedir ayuda de Dios. Este libro les ayudará a saber dar razón de su Fe.
"ESCLAVOS DE LA SEGURIDAD"
Más del 80% de las personas llegan al final de sus días sin llegar a realizar los sueños que han tenido. Al ser entrevistados por una prestigiosa empresa de estadísticas, llamó la atención que un promedio muy pequeño llegaba a sentirse realizado "haciendo lo que deseaban". Pero lo que más llama la atención es la contestación, por lo cual no pudieron realizar lo que deseaban, y es el temor.
Temor a tomar decisiones importantes en que uno arriesga lo que tiene por el objetivo, por su sueño. A la gente de fe, no le importa mucho dejar el ambiente de seguridad por extenderse a lo que está por delante. El Apóstol Pablo dice: "Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús". Filipenses 3:13
Pablo dijo: "una cosa hago" y agregó, "olvidando ciertamente lo que queda atrás". Señores, hay que hacer algo para alcanzar metas, y muchas veces, lo bueno; es el peor enemigo de nuestro futuro, porque muchas son las personas que alcanzaron "LO BUENO", y nunca más salieron de esa zona. Se volvieron esclavos de lo bueno, perdiendo la posibilidad de alcanzar lo excelente.
Pablo dijo cuatro cosas: (A) Una cosa hago, (B) Olvidando lo que queda atrás, (C) Extendiéndome a lo que está adelante, (D) Prosigo a la meta.
Proseguir: Seguir, continuar, llevar adelante lo que se tenía planeado.
Muchos planos, luego de ser aprobados por la ciudad, nunca llegan a ejecutarse. Planos diseñados por arquitectos, que volcaron su sabiduría para realizar obras de artes, para asombro de la vista o comodidad de los que los requirieron, nunca se llevaron a la práctica. ¿Por qué? Porque una cosa es tenerlo en un papel y otra, muy distinto, es pagar el precio de la construcción. Dios, el gran arquitecto general, ha sembrado en el corazón de personas el desarrollarse y alcanzar metas. Ha sembrado la semilla de la vocación en sus criaturas.
La pregunta es: ¿Estas cumpliendo el propósito por el cual el cual has sido creado? o ¿Has preferido vivir en la zona de la comodidad? ¿Cuál es la zona de la comodidad? Donde nunca se arriesga lo obtenido, donde se concentra uno en proteger lo obtenido, en vez de dedicar todas las fuerzas en la conquista.
"Que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros". Hebreos 11:33 y 34
El deseo de Dios es que no haya pobres en su reino. Los que creen en El y en sus promesas, no debieran de serlo. (Un pobre es el que carece de lo necesario para vivir). Cuando le mandó a preguntar Juan el Bautista, si era él el Mesías o si debía esperar a otro, Jesús le envió a decir lo siguiente: "Id y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio...". Mateo 11:4 y 5
"Los ciegos veían, los leprosos se sanaban, los sordos oían y los muertos eran resucitados. ¿Y a los pobres, para que se les anunciaba el evangelio?" Se los voy a decir: Para que dejen de serlo.
¿Quiere ser cabeza o cola? ¿Quiere ser negligente o diligente?
"Y Josué dijo a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo seréis diligentes para venir a poseer la tierra que os ha dado Jehová el Dios de vuestros padres?" Josué 18:3)
Usted debe tomar posesión de las promesas de Dios. Propóngase a dejar la zona de seguridad por temor a perder. Jesús te dice hoy: "Levántate y anda."
Se requiere ser un valiente para cumplir los pactos que uno ha tomado para con Dios; TU ERES ESE VALIENTE.
Aldo Mariátegui
ll
Nuestra tarea cívica
LIMA | Esa afirmación de Susana "Patria Roja" Villarán en el reciente debate de que va a generar 1h00 mil empleos por sus acciones ediles me pareció un descomunal insulto a la inteligencia...
Bueno, y eso que ella no mencionó otros puntos aún más cojudos que figuran en su plataforma y que nos hubieran provocado un ataque de risa más "stone" que el troncho que se fumó con Mirko, como esa astracanada de proponer crear un impuesto inmobiliario (¿distinto al predial que ya se paga?) y otro a la "seguridad" financiado por las empresas (¡más cargas fiscales para agobiarnos! ¿Y acaso desconoce que los municipios no pueden crear impuestos?), o eso de que la municipalidad le va a prestar S/.3 mil a cada MYPE sin garantías (¿acaso la comuna es un banco estatal de fomento al que le sobra la plata para regalarla? ¿Otro Banco Agrario?) o que va a fomentar la "agricultura urbana " (¿vamos a volver a los tiempos de las bisabuelas con patos y gallinas en los techos?) o que la "primera prioridad" para solucionar el tráfico son las ciclovías (a ver que se venga ella cada mañana a trabajar pedaleando desde Ancón, Chosica o Lurín) o que va a cambiar el "Vaso de Leche" por bonos alimentarios (para que muchos irresponsables los malbarateen y adquieran trago u otras cosas) y varios disparates más de tan grueso calibre.Es que un voto pensante no puede orientarse a darle una responsabilidad tan seria y de tantas consecuencias a una señora sólo porque te parece una "tía honrada y bacán, una opción de izquierda moderada, una socialdemócrata europea".
Por Dios, no hay que ser tan simplón e inocentón (por eso me extraña tanto el artículo de ayer de mi amigo Pedro Salinas a su favor). No sólo son las tremendas limitaciones que saltan a la vista las que adornan a esta entusiasta y marxista señora (sin mayor CV para asumir ese cargo).
Lo único mediana mente interesante que muestra en su vida es haber sido una fugaz ministra de la Mujer por caridad de Paniagua) o los dislates de su programa antes mencionados. Hay elementos más de fondo.Votar por Susana Villarán es meter a un grupo superextremista de comunistas ortodoxos a la municipalidad, como lo es Patria Roja, con un aparato y una logística que aplanan a los cuatro gatos caviares que rodean a esta dama.
Esa irresponsabilidad significaría apoyar que Nilver López y el SUTEP ingresen a mandar en Lima . Votar por Susana Villarán es darle fuerza a los aliados antimineros del cura Arana y así dañar nuestra principal fuente de riquezas que sustenta la mitad del presupuesto nacional y que significa que tengamos -por primera vez en décadas- disponibles un montón de dólares y con el lindo problema de que están baratos.
Es ayudar a matar a la gallina de los huevos de oro.Votar por Susana Villarán es meter a toda su collera de las ONG rojas y caviares a la municipalidad para que la sangren con sus inútiles y múltiples "consultorías" y capturen el aparato administrativo.
Y no me vengan con el sonsonete de que Barrantes fue "un gran alcalde de Lima ". ¿Por qué entonces no lo reeligieron? ¿Qué obra tangible dejó? Y lo del "Vaso de Leche" fue virtualmente cambiarle de nombre un poco a programas asistenciales que ya existían con el belaundismo y que extendió eficazmente su sucesor Del Castillo.
Exaltar esa "gran gestión" no es más que producto del eficaz marketing político/histórico que siempre aplica nuestra izquierda. Votar por Villarán es resucitar a un agonizante rojerío retrógrado camuflado bajo una piel de oveja de "tía bacán". ¡No seamos boludos! .
Como su voto ahora está increíblemente concentrado en A/B, invoco a los pensantes y responsables de esos sectores que estén leyendo estas líneas que cual diligentes hormigas detecten a los ilusos y malinformados (chiquillos por lo general) que estén manifestando malbaratear su voto así y los saquen de su actual estupor estupidizante con estas y más razones.Ésa es una tarea cívica mínima de todos los que saben cuánto ha dañado la izquierda a nuestro país en todas sus nocivas variantes (Velasco, Sinamos, Sendero Luminoso, MRTA, CGTP, CVR, SUTEP, IU, etc.)
¡Manos a la obra!
Rocío
El Señor no mira lo que mira el hombre;
pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos,
pero el Señor mira el corazón.
1 Samuel 16:7.
¿En qué Estado está su Corazón?
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Un enfermo que pasó por una grave operación cardiaca contó: –Parecía estar bien de salud. Exteriormente todo iba bien, pero sin que lo supiera, estaba aquejado de una grave enfermedad, un aneurisma.
En lo concerniente a nuestra salud, nuestra apariencia puede engañarnos y hacernos peligrar. Esto también es cierto en la esfera espiritual y moral, pero tiene consecuencias mucho más graves. A los que nos rodean podemos parecerles una persona respetable, podemos gozar de buena reputación y tener una excelente opinión de nosotros mismos. Sin embargo Dios no nos juzga según nuestra propia opinión o la de la gente que nos conoce. Sondea nuestro corazón y lo declara incurable a causa del pecado. “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo el Señor, que escudriño la mente, que pruebo el corazón” (Jeremías 17:9-10).
¿No hay, pues, ninguna esperanza de cura para el gran mal del pecado? Demos gracias a Dios: el que nos declara incurables también nos dice: “Venid luego… si vuestros pecados fueren… rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18). Aceptemos el remedio prescrito por el divino médico: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hechos 16:31). Sólo Jesús salva al pecador mediante su obra cumplida en la cruz: “En ningún otro hay salvación” (Hechos 4:12). “El Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo” (2 Tesalonicenses 3:5).
…su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre,
el perdón de pecados. Él es la imagen del Dios invisible,
el primogénito de toda creación.
Colosenses 1:13-15.
Un dios a Nuestra Imagen
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Varias veces la Palabra de Dios nos advierte solemnemente para que no nos hagamos un dios a nuestra imagen. Dios nos prohibe hacer un ídolo o una representación de la divinidad. La mayoría de los pueblos, desde la más lejana Antigüedad, se entregó a esta práctica, haciendo toda clase de estatuas. Aun el pueblo de Israel, a quien Dios habló desde un principio por medio de Moisés, no escapó de este pecado y fabricó un becerro de oro.
Quizá pensamos que esta exhortación ya no nos concierne hoy en día. Sin embargo, hacer un dios a nuestra imagen también significa tener de Dios una concepción humana, es decir, asignarle a Dios nuestros sentimientos y pensamientos, hasta nuestras debilidades. Nos hacemos una idea de Dios a la imagen de lo que somos, sin preocuparnos por lo que Él es.
Quizás usted diga que es imposible saber quién es Dios verdaderamente. Sin embargo, Jesucristo estuvo en la tierra como hombre, y Él es la imagen de Dios. Jesús reveló al Dios invisible durante toda su vida. Cuando leemos los evangelios que relatan la vida de Cristo aprendemos a conocer a Dios y somos guardados de hacernos una falsa idea de Dios. El amor y la verdad son dos caracteres esenciales de Dios que Jesús manifestó. El amor de Dios perdona al culpable arrepentido y lo introduce en una feliz relación con Él. La verdad de Dios tiene que juzgar cada pecado de los creyentes, pero Cristo soportó el juicio por ellos en la cruz.
Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mi mismo.
Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta de que de todos modos opinarían de mi.
Temía que me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mi misma.
Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien un comienzo.
Temía el odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mi misma.
Temía hacerme anciana, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella .
Temía vivir, hasta que conocí que DIOS mora en mí
Temía estar solo, hasta que aprendí a quererme a mi mismo.
Temía fracasar, hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta de que de todos modos opinarían de mi.
Temía que me rechazaran, hasta que entendí que debía tener fe en mi misma.
Temía al dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad, hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte, hasta que aprendí que no es el final, sino más bien un comienzo.
Temía el odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que ignorancia.
Temía al ridículo, hasta que aprendí a reírme de mi misma.
Temía hacerme anciana, hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía a la oscuridad, hasta que vi la belleza de la luz de una estrella .
Temía vivir, hasta que conocí que DIOS mora en mí
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