Tú ensanchaste mis pasos debajo de m, Y mis pies no han resbalado.
2 Samuel 22:37
En una ciudad de Japón, la carga de un camión cayó a la carretera. Era mayonesa. La mayonesa está hecha de huevos, vinagre y aceite, y al derramarse sobre la calzada, produjo un tramo resbaladizo que, al decir de la policía, fue más resbaladizo que la nieve. Resultó en un embotellamiento, con tres heridos y un cierre de cinco horas de la carretera.
La carretera de la vida también puede ponerse resbaladiza. A veces llegamos a intersecciones principales, tales como escoger un cónyuge; otras veces llegamos a recodos en la carretera. Pero hallar la senda correcta es vital, y Jesús es el único Camino. Él nos dijo que la entrada es estrecha, pero el destino es certero (Mateo 7:13-14). Salmo 85:13 nos dice que la justicia irá delante de nosotros, y hará firmes nuestros pasos en el camino. El libro de Hechos de los Apóstoles llama “el Camino” al cristianismo (Hechos 19:23). Isaías 35:8 dice: “Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad.”
Lo más importante en la jornada de la vida es estar en el camino correcto a fin de que nuestros pies no resbalen y nuestros pasos sean firmes.
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