"Humillense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte cuando fuere tiempo; echando toda su ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de ustedes." 1 Pe. 5.6-7.
Las preocupaciones nunca traen ningún efecto positivo sobre nuestras vidas. Las ansiedades y los afanes no ayudan a mantener la buena salud, por el contrario, nos impiden crecer en el conocimiento de la Palabra de Dios.
Jose, las preocupaciones permiten al enemigo robarnos la Palabra del corazón. La cita de hoy nos dice que pongamos nuestras preocupaciones sobre el Señor, y esto se realiza en oración. Nosotros solos no podemos manejar nuestros problemas, no fuimos diseñados para ello, sino creados para depender completamente de Él, permitiéndole que nos ayude.
Continuar cargando tus preocupaciones, es en realidad arrogancia, pues sólo demuestra que eres auto suficiente y que puedes solucionar tus problemas sin Él. Jose, una actitud correcta es mostrarte humilde y descansar en Dios.
Oremos: Padre celestial, cada vez que esté preocupado, iré a ti y te entregaré todas mis cargas, sabiendo que tú cuidas de mi. En el Nombre de Jesús. Amén.
1 comentario:
Dejen a Dios en Paz, lo tienen muy ocupado con sus lamentos.
Cada vez que mencionan a Jesucristo lo vuelven a crucificar.
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